Los servicios en tiempo real de Ab Initio son altamente resilientes.
Los servicios en tiempo real de Ab Initio son altamente resilientes incluso si se trata de servicios con estado que usan clústeres en memoria. Todos los datos pasan por un punto de verificación y son replicados en varios servidores para permitir una disponibilidad alta. No se pierde ni un solo dato, incluso si falla el servidor, siempre y cuando una de las copias redundantes de los datos siga estando disponible en el clúster, o bien si se ha guardado en el disco usando la capacidad de reproducción para recuperación ante desastres de Ab Initio. Ab Initio se encarga de administrar la ejecución de jobs en todo el clúster con lo que garantiza que la ejecución de la lógica de servicio siempre concuerde con los datos en el clúster. Si algo falla, Ab Initio puede utilizar otro servidor en el clúster y continuar procesando a partir de un punto lógico para garantizar que el procesamiento se realice una vez nada más.
La resiliencia de los servicios en memoria con estado de Ab Initio simplifica el trabajo del desarrollador porque todo se hace automáticamente, así este no tiene que preocuparse de este aspecto y más bien puede dedicarse a la lógica de negocios.
Un banco importante en rápido crecimiento necesitaba implementar una respuesta en tiempo real para millones de clientes. El problema era cómo lograrlo.
Alentar a los clientes a aprovechar las varias ofertas de productos del banco era una excelente idea, ya que los clientes podrían tener una variedad de cuentas.
El hecho de que esas cuentas se gestionaran en divisiones separadas, al principio, constituyó un detalle menor dictado por la tecnología disponible. A medida que el banco fue creciendo, este detalle menor se fue convirtiendo en un problema serio. El banco gestionaba millones de cuentas y no sabía con qué divisiones trabajaban los clientes. Un cliente podía tener cuentas en varias divisiones o en solo una.
A diario se perdían oportunidades lucrativas de marketing y de venta cruzada porque el banco no sabía quién tenía qué productos. Los clientes que llamaban con problemas tenían que lidiar con varias personas para resolver el mismo problema en divisiones distintas. El banco perdía volúmenes crecientes de interacciones con clientes en lugar de extraer de ellas información potencialmente valiosa.
El banco llegó a la conclusión de que era hora de tomar medidas. El plan era sencillo:
El banco consideró muchas tecnologías, pero solo una empresa podía satisfacer todas sus necesidades de negocio: Ab Initio.
Mediante las eficaces funciones de procesamiento de eventos de Ab Initio, el banco implementó un sistema que podía almacenar y acceder a más de mil millones de transacciones de clientes en tiempo casi real, agregando a diario millones de transacciones nuevas. Las nuevas interacciones con los clientes estaban disponibles para hacer consultas casi instantáneamente. Los problemas de los clientes se podían abordar rápidamente, sin que el cliente tuviera que hablar con varias divisiones. La generación automática de oportunidades de venta le permitió al banco buscar oportunidades de marketing inmediatamente en lugar de días o semanas después del evento.
Respuestas en tiempo real y clientes satisfechos, todo gracias a Ab Initio.