Responda en el momento más oportuno (ya sea para el cliente o para la gestión de riesgos) desencadenando una acción al detectar una necesidad crítica o un comportamiento determinado, cuando se sobrepasa un umbral importante.
Las decisiones son más eficaces y valiosas si se toman en tiempo real, impulsando operaciones empresariales de detección y reacción, percibiendo las señales más importantes, decidiendo y suscitando la acción correcta en el momento más indicado.
Para poder responder en tiempo real, Ab Initio utiliza disparadores de eventos complejos de modo que cualquier sistema o proceso pueda recibir notificación de cualquier evento, incluyendo un cambio en un cálculo o un estado, en todo momento. De este modo, se procesa constantemente una amplia gama de señales en todo tipo de fuentes, lo que permite enviar una notificación inmediata (para cualquier sistema suscrito) al suscitarse un evento crítico para cualquier entidad.
Ab Initio se caracteriza por sus capacidades de integración que se aseguran de filtrar, limpiar y enriquecer cualquier dato u evento a fin de disparar cualquier proceso o sistema, y garantizan que cualquier subconjunto de datos disparados pueda transmitirse al sistema suscrito en tiempo real.
Un banco importante en rápido crecimiento necesitaba implementar una respuesta en tiempo real para millones de clientes. El problema era cómo lograrlo.
Alentar a los clientes a aprovechar las varias ofertas de productos del banco era una excelente idea, ya que los clientes podrían tener una variedad de cuentas.
El hecho de que esas cuentas se gestionaran en divisiones separadas, al principio, constituyó un detalle menor dictado por la tecnología disponible. A medida que el banco fue creciendo, este detalle menor se fue convirtiendo en un problema serio. El banco gestionaba millones de cuentas y no sabía con qué divisiones trabajaban los clientes. Un cliente podía tener cuentas en varias divisiones o en solo una.
A diario se perdían oportunidades lucrativas de marketing y de venta cruzada porque el banco no sabía quién tenía qué productos. Los clientes que llamaban con problemas tenían que lidiar con varias personas para resolver el mismo problema en divisiones distintas. El banco perdía volúmenes crecientes de interacciones con clientes en lugar de extraer de ellas información potencialmente valiosa.
El banco llegó a la conclusión de que era hora de tomar medidas. El plan era sencillo:
El banco consideró muchas tecnologías, pero solo una empresa podía satisfacer todas sus necesidades de negocio: Ab Initio.
Mediante las eficaces funciones de procesamiento de eventos de Ab Initio, el banco implementó un sistema que podía almacenar y acceder a más de mil millones de transacciones de clientes en tiempo casi real, agregando a diario millones de transacciones nuevas. Las nuevas interacciones con los clientes estaban disponibles para hacer consultas casi instantáneamente. Los problemas de los clientes se podían abordar rápidamente, sin que el cliente tuviera que hablar con varias divisiones. La generación automática de oportunidades de venta le permitió al banco buscar oportunidades de marketing inmediatamente en lugar de días o semanas después del evento.
Respuestas en tiempo real y clientes satisfechos, todo gracias a Ab Initio.